El sector empresarial en México está atravesando un periodo de evolución significativa, influenciado por eventos globales y nacionales. Las configuraciones geopolíticas y económicas están cambiando, y las condiciones financieras más exigentes y los cambios regulatorios requieren que las empresas se adapten rápidamente. Además, la sostenibilidad y la divulgación climática se han convertido en imperativos para el desarrollo a largo plazo, mientras que el avance tecnológico, especialmente en inteligencia artificial, está transformando las operaciones empresariales. La reconfiguración comercial, impulsada por el nearshoring, también está consolidando a México como un aliado estratégico, ofreciendo oportunidades únicas para fortalecer operaciones y mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro.
En este entorno dinámico, los empresarios deben actuar con visión y determinación, enfocándose en estrategias de crecimiento, innovación y generación de valor a largo plazo. La capacidad de adaptarse a los cambios, anticipar tendencias y responder de manera ágil a los desafíos será crucial para el éxito en los próximos años. En esta publicación, EY explora las perspectivas para los negocios en México en 2025, analizando los factores clave que influirán en el entorno empresarial para navegar en este periodo de transformación.
Sector financiero
En 2025, el sector de servicios financieros enfrentará grandes desafíos impulsados por la transformación tecnológica y las crecientes amenazas cibernéticas. Las empresas deberán adaptarse a presiones externas significativas, enfocándose en la optimización de costos, la innovación y experiencia del cliente, y la adaptación a un entorno regulatorio en constante evolución. También será crucial la gestión y el análisis de datos, ya que esto habilitará a las empresas a poder anticiparse a las necesidades del mercado y crear productos más personalizados y eficientes.
Además, las instituciones financieras deberán implementar políticas robustas de gobernanza y seguridad de datos para mejorar la mitigación de riesgos y desarrollar soluciones específicas para proteger contra amenazas cibernéticas. La modernización de la infraestructura, apoyada por soluciones y alianzas estratégicas, será fundamental para diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo. Responder a los imperativos regulatorios, con foco en cumplimiento en políticas de ESG; reconfigurar el talento e invertir en la gente; evaluar las métricas de desempeño de la transformación para asegurar los resultados financieros, operativos y de satisfacción de cliente, son los enfoques que permitirán al sector financiero mantenerse relevante, innovador y resiliente en un entorno de cambio constante.
Sector energético
2025 será un año lleno de desafíos. El mundo sigue requiriendo mayores cantidades de energía, lo que sigue incrementando la demanda de petróleo; mientras que la atmósfera podrá recibir cada vez menos gases de efecto invernadero. Si bien existen muchos avances tecnológicos que han aumentado la accesibilidad de fuentes de energía renovable como la solar y la eólica, enfrentamos grandes retos, como los costos de generación y transportación de hidrógeno sostenible, líneas de transmisión cada vez más colapsadas ante el incremento en la demanda de energía, entre otros.
Las empresas en la cadena de valor de la energía tendrán que enfrentar estos retos y, a su vez, producir la energía requerida, enfrentando al mismo tiempo costos de capital mucho más altos para el desarrollo de energías no sostenibles. Lo anterior probablemente se complicará con el eventual cambio de política energética que enfrentarán los Estados Unidos y la compleja dinámica que ello puede conllevar. Adicionalmente, desde la perspectiva industrial, se espera un incremento en la complejidad de la cadena de suministros y las tarifas de importación en ciertos mercados, lo que implicaría un mayor costo financiero para las empresas. Ahora más que nunca, el sector energético necesita reinventarse, adoptando nuevas tecnologías que permitan transitar por este entorno de cambio de una manera exitosa. En EY evaluamos detenidamente todas estas tendencias, preparándonos para ayudar a las organizaciones a capturar el mayor valor posible en un entorno complejo.
Geopolítica y comercio global
El 2025 será geopolíticamente un año retador. Las cadenas de suministro se están fragmentando, y las políticas económicas se están volviendo más intervencionistas. Ante esta incertidumbre, la clave para las empresas está en actuar con visión geoestratégica; es decir, anticipar conflictos y trabajar con posibles escenarios proactivamente para evitar ser sorprendidos, y estar atentos a la identificación de oportunidades. Sin duda, la geoestrategia se erige como una herramienta indispensable. Ya no basta con gestionar los riesgos políticos de forma aislada; ahora, integrarlos dentro de una estrategia amplia de planificación y gobernanza empresarial es un imperativo para garantizar la sostenibilidad de las operaciones y el crecimiento a largo plazo.
Por otro lado, en el caso específico de México, el nearshoring seguirá jugando un papel clave. En este nuevo escenario global, se espera que sigan abriéndose oportunidades de inversión extranjera, aun con los desafíos geopolíticos. Actualmente, no se trata solo de consideraciones geográficas y de costos, sino también de lograr un nivel más profundo de integración con socios estratégicos que comparten culturas empresariales similares, marcos legales y objetivos de mercado, aprovechando la mano de obra altamente productiva en México. El país tiene un gran potencial para desbloquear nuevas oportunidades en diversos sectores económicos y establecer alianzas con distintos socios comerciales, si se mantiene una visión estratégica y proactiva para navegar los cambios que se presenten.
Sostenibilidad y acción climática
Las empresas enfrentan una encrucijada: avanzar hacia una economía baja en carbono o enfrentar mayores riesgos regulatorios, económicos y sociales en el futuro. En este sentido, el estado de las divulgaciones climáticas y los planes de transición energéticos son los pilares clave para buscar el éxito sostenible a largo plazo. Si bien la transición climática varía según la industria, en términos generales, todas las empresas deben priorizar el fortalecimiento de sus estrategias relacionadas entre los riesgos climáticos y las decisiones financieras. Esto implica incorporar los riesgos medioambientales en sus estados financieros, para impulsar la integración del cambio climático en la estrategia corporativa, una herramienta clave para la sostenibilidad a largo plazo.
En el caso de nuestro país, el Consejo Mexicano de Información Financiera publicó las normas de sostenibilidad, que entraron en vigor el 1° de enero de 2025. Estas servirán para que las compañías en México organicen y divulguen su información, y establezcan planes para lograr una economía baja en carbono. Para avanzar hacia las cero emisiones netas será esencial que logren desarrollar planes de transición climática con metas específicas; ampliar el enfoque hacia las emisiones de alcance 3; y mejorar la integración del cambio climático en los estados financieros, conectando el análisis de riesgos con las proyecciones de impacto económico.
Impuestos y Servicios Legales
En México estamos transitando un escenario de cambios regulatorios en materia tributaria, los cuales están motivados por un enfoque de fiscalización más riguroso por parte de la autoridad, con el uso de la tecnología y de herramientas avanzadas de análisis de datos para detectar posibles evasiones de impuestos; como se especificó en el Paquete Económico 2025. En este entorno, el principal desafío para las empresas es contar con los recursos y capacidades, tanto técnicas como tecnológicas para llevar a cabo una gestión tributaria eficiente, que asegure la estandarización de la información de la empresa.
A esto también se le debe sumar nuevas reglas en materia de impuestos internacionales que tienen un impacto en México, como las relacionadas con el Pilar 2 de BEPS, o bien, el Instrumento Multilateral, que, para su implementación, ahora no solo es necesario revisar la aplicación de tratados internacionales, sino también, las limitantes a estos beneficios. Finalmente, y no por ello menos importante, el aspecto laboral. En los años recientes nuestro país ha tenido nuevas regulaciones en esta materia, las más recientes son la reforma a la Ley contra la trata de personas y explotación laboral, de la cual se desprenden impactos para las empresas no únicamente en términos laborales, sino también fiscales, legales y de cumplimiento en general.
Para las organizaciones, es fundamental diseñar un plan de acción que permita adaptarse de manera continua al entorno regulatorio; así como desarrollar estrategias innovadoras. Invertir en tecnología y capacitación para asegurar el cumplimiento de las nuevas normativas será clave para esta innovación, pero, sobre todo, anticiparse y prepararse proactivamente para estar un paso delante de la entrada en vigor de las nuevas reglas, ayudará a tener mayor margen para ajustar sus estrategias en caso de ser necesario.
Estrategia de los CEO
En un contexto de transformación constante, y con el próximo nuevo gobierno de Estados Unidos, nos enfrentamos a unos escenarios económico y geopolítico que cambiarán mucho durante 2025. Los retos para la agenda directiva son claros: el riesgo político, junto con la incertidumbre, han ocasionado que los CEO sean cada vez más conscientes de la necesidad de responder de manera proactiva a las disrupciones que sacuden sus sectores. Sin duda, esta atención al aspecto político también se refleja en decisiones clave de entrada, expansión o salida de mercados, donde los CEO cada vez consideran más el contexto político en este tipo de movimientos.
Con el cambio político, existirá una expectativa que puede llevar a la cautela y la necesidad de monitorear de cerca la evolución de las relaciones comerciales con Estados Unidos. Este panorama, junto con tendencias globales como el proteccionismo, la digitalización y la sostenibilidad, ofrece un escenario dinámico donde México en particular se verá obligado a actuar estratégicamente. Por otro lado, podemos esperar que la mayoría de las empresas en México planeen realizar transacciones durante este año, con los sectores más atractivos siendo servicios financieros, consumo, industria manufacturera, telecomunicaciones y tecnología. Y, al igual que otros países, también debemos responder a factores como la presión sobre las cadenas de suministro, que ha obligado a muchas empresas a repensar sus estrategias logísticas y operativas. La flexibilidad en estos aspectos es fundamental para sostener la competitividad y aprovechar al máximo las oportunidades de relocalización e inversión extranjera en el país.
Tecnología e Inteligencia Artificial
En el ámbito de la transformación digital y tecnologías emergentes, se coloca a la cabeza la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) como una de las tendencias que seguirá teniendo mucho de qué hablar dur|ante el 2025. Podemos esperar que esta tecnología redefinirá áreas clave como operaciones, finanzas, recursos humanos e investigación y desarrollo, potenciando la eficiencia y la innovación en las empresas. El rol de las empresas radica en desarrollar una visión clara de estrategia y gobernanza para la implementación de GenAI en sus organizaciones, que no solamente se centre en los casos de uso que pueden aplicarse, sino en un caso de negocio con marcos operativos claros para identificar y priorizar aplicaciones con mayor retorno de inversión, gestión de riesgos y adopción inteligente de la tecnología.
La clave para una implementación exitosa de tecnologías como esta es buscar una visión sostenible a largo plazo y establecer métricas que puedan calcular el nivel de éxito o fracaso de los resultados. Adicionalmente, para tener resultados que puedan tener escalabilidad, las empresas deben tener claro con qué tipo de infraestructura y arquitectura existente cuentan, para poder conectar las pruebas de uso de GenAI con los sistemas de backend y frontend. Otra área clave es la capacitación del talento, donde se deben formar las habilidades necesarias para operar y colaborar en un entorno cada vez más digitalizado y avanzado, promoviendo el empoderamiento y la adopción eficiente de la tecnología.
Diversidad, Equidad e Inclusión
Las tendencias en materia de Diversidad, Equidad e Inclusión (DE&I) para las organizaciones en 2025 atraviesan diversos aspectos que debemos considerar. El primero es la prevalencia a nivel global de discursos polarizadores y de odio en diversos países y espacios, incluyendo los digitales, sumado a la propagación de información falsa, que buscan generar hostilidad frente a los avances en derechos humanos, igualdad y no discriminación; así como el retroceso en políticas de inclusión que algunas compañías han experimentado en los últimos meses.
El segundo es el impacto de la inteligencia artificial (IA), ya que un reto persistente es que la IA no está libre de sesgos. Es de vital importancia que los productos y soluciones consideren a los diversos grupos poblacionales y que la IA se alimente de datos libres de parcialidades implícitas, lo que subraya la necesidad de incluir expertos en DE&I en el desarrollo de estas tecnologías. Finalmente, es necesario invertir cada vez más en esfuerzos coordinados entre diversidad, equidad e inclusión y aspectos de ESG (Ambiental, Social, y Gobernanza) como parte de una estrategia integral de negocios que priorice la inclusión en todos los niveles de la organización y busque el desarrollo de valor a largo plazo.
Aseguramiento
Durante el 2025, las empresas deberán enfocarse en implementar estrategias coherentes de negocio que tomen en cuenta los riesgos y las condiciones macroeconómicas que marcarán este año. Esto puede incluir inversiones clave en tecnologías que podrán tener mayor impacto a largo plazo, así como la ejecución de procedimientos de auditoría robustos, aportando mayor confianza a los inversionistas y grupos de interés. Por otro lado, también será de interés clave la sostenibilidad y el cumplimiento de normativas de carácter sustentable.
En EY hemos identificado distintas áreas que serán clave para las organizaciones este año en términos de aseguramiento, tales como: aseguramiento de los informes de sostenibilidad para dar confianza a los usuarios, cumplimiento normativo (EHS) y sus potenciales impactos contables, asesoría en programas para la descarbonización y otras tareas de mitigación del impacto ambiental, identificación del riesgo climático y sus conexión con el estado financiero, así como herramientas digitales para la gestión de la información.
Turismo
La industria del turismo está experimentando una transformación significativa. Entre las principales tendencias emergentes o que continúan siendo vanguardistas, se incluyen: retención de la fuerza laboral, ya que actualmente el principal desafío de la industria no ha sido atraer clientes, sino encontrar y retener personal; el uso de IA y nuevas tecnologías que están revolucionando la hospitalidad, con servicios sin contacto que optimizan la experiencia del huésped al reducir los tiempos de espera y los puntos de contacto físico; la hiperpersonalización del servicio para crear experiencias que se adapten a las preferencias individuales de los huéspedes permite y fomentar lealtad mediante el análisis de datos; y la sostenibilidad, donde la industria debe implementar, medir y comunicar sus prácticas sostenibles, con iniciativas como las técnicas de construcción sostenibles, cadenas de valor responsables y la reducción de la huella de carbono.
Por otro lado, el desarrollo del turismo en México enfrenta retos significativos, como la percepción de inseguridad y los efectos macroeconómicos de la creciente inflación y las persistentes altas tasas de interés. La industria de la hospitalidad deberá conciliar preocupaciones como el bienestar, la sostenibilidad y la personalización del servicio con estos desafíos, que pueden influir en las decisiones de los viajeros al planificar y realizar sus viajes, tanto en el ámbito nacional como internacional. Para abordar estos retos, las empresas pueden considerar diversificar su atracción hacia mercados internacionales emergentes, fomentar alianzas con el sector público para abordar problemas estructurales, crear una cadena de valor local que resalte las particularidades del destino, su gente y su cultura, y apostar por inversiones en turismo sostenible.
Consumo
Las preferencias de los consumidores en México reflejan tendencias clave que marcarán el rumbo del comercio minorista durante 2025. Para adaptarse al contexto económico global, los consumidores están adoptando nuevas estrategias de ahorro y consumo. Esto incluye tendencias hacia la sostenibilidad y el consumo consciente; como reciclar, reutilizar y rellenar productos que consumen frecuentemente. También, los mexicanos optando por gastar menos en productos no esenciales, probar nuevas marcas para reducir costos y consumir marcas blancas.
Por otro lado, la demanda del consumidor mexicano se orienta hacia experiencias y productos que reflejen sus valores actuales, lo que representa una oportunidad única para que las empresas se diferencien. Ofrecer propuestas que no solo incluyan descuentos, sino que también aborden la sostenibilidad y la calidad es clave. Aunque las redes sociales son útiles para captar la atención del consumidor, en México aún se prefiere ampliamente comprar en persona. Una estrategia omnicanal se vuelve esencial, pues las tiendas físicas siguen siendo cruciales para concretar la compra. El consumidor mexicano muestra una evolución clara: busca valor, calidad y sostenibilidad en sus compras, combinando estrategias en canales digitales y físicos.