La escudería iGEM TEC CEM del Tecnológico de Monterrey campus Estado de México, ganó la medalla de Oro en la categoría Food and Nutrition en la competencia organizada por la International Genetically Engineered Machine (iGEM) con “ALEBBRIGE”, proyecto que busca contribuir a la prevención de la diabetes tipo 2 y sus complicaciones asociadas.
Adalberto Briseño Bautista, Líder de Investigación y Human Practice del equipo, comparte que para la competencia decidieron buscar una aplicación diferente de la biotecnología, como la generación de probióticos y alimentos funcionales. Fue así que pensaron en desarrollar un péptido que tuviera una función específica para las personas con esta enfermedad crónica.
Por su parte, Gabriela Rosas Espinoza, estudiante de Biotecnología, señala que ALEBBRIGE implicó toda una investigación para la selección de fragmentos de proteínas, y posteriormente llevar a cabo un proceso de evaluación con herramientas bioinformáticas que determinaran cuáles de las estructuras eran las más cercanas a una versión natural, es decir, que realmente tuviera similitudes a una proteína convencional.
“Realizamos diversas pruebas con varias opciones de proteínas para seleccionar las tres mejores. Al tratarse de biotecnología, empleamos proteínas sintetizadas específicamente para poder trabajar con bacterias, lo que nos permitió producir el péptido de nuestro interés y posteriormente tratarlo como un probiótico y suplemento alimenticio para la población con diabetes tipo 2”, detalla Gabriela.
De acuerdo con Adalberto Briseño, para desarrollar esta proteína desde cero, se basaron en diferentes alimentos ya existentes, como la leche de cabra, conocida por su capacidad para prevenir la hipertensión. “Diseñamos nuestra proteína a partir de lo que observamos en la naturaleza con el objetivo de que tuviera los efectos que queríamos para ayudar a este grupo vulnerable”.
Al realizar pruebas en bacterias, específicamente en E.coli, que es muy utilizada en la biotecnología, esto les permitió observar que los fragmentos que diseñaron realmente están presentes, es decir, que esta proteína sí se puede sintetizar y que existe.
“Una parte muy importante que hace falta en nuestra investigación, es ponerla a prueba en humanos, y que nos permita ver que todos estos fragmentos que integramos tengan realmente las funciones que queremos brindar como beneficio para la salud”, subraya Gabriela.
Con miras al futuro, el equipo del Tec campus Estado de México busca continuar con su investigación para mejorar su proyecto con la convicción de que podrá ayudar a muchas personas que padecen diabetes. “Creemos que ALEBBRIGE tiene mucho potencial a largo plazo, ayudar a otras personas es una experiencia que no sé cómo expresar con palabras”, concluye Adalberto estudiante de Ingeniería en Biotecnología.