- El mal sueño afecta la salud mental y física de un 40% mundial. El Día Internacional del Sueño busca concientizar y promover hábitos saludables para un mejor descanso.
Un 40% de la población mundial podría experimentar serias consecuencias en su salud mental y física debido a un descanso inadecuado. Esta situación subraya la relevancia de abordar los trastornos del sueño, los cuales, según la Organización Mundial de la Salud, afectan a un porcentaje significativo de personas a nivel global.
En este contexto, se conmemora anualmente el Día Internacional del Sueño, cada viernes previo al equinoccio de primavera. Esta fecha busca generar conciencia sobre la trascendencia de un descanso apropiado y promover hábitos saludables que impacten positivamente en la salud general.
Establecido desde 2008 por la Sociedad Mundial del Sueño, este día se dedica a la realización de diversas actividades y campañas informativas. El objetivo principal es educar a la población acerca de los beneficios de un sueño reparador, enfatizando cómo la calidad del descanso influye directamente en el bienestar tanto físico como mental.
El sueño constituye un proceso vital para la salud integral. Una mala calidad o la falta de sueño pueden incrementar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como obesidad, diabetes e hipertensión. Además, puede contribuir a problemas de salud mental como ansiedad y depresión, así como al deterioro de la función cognitiva y la memoria. Asimismo, la falta de sueño puede reducir la productividad y aumentar la probabilidad de errores en el ámbito laboral.
Importancia del buen dormir para la salud
Datos de la Secretaría de Salud indican que hasta el 80% de los problemas para dormir se pueden solucionar mediante una adecuada higiene del sueño. Se recomienda dormir entre siete y nueve horas a partir de los dieciocho años, y entre nueve y once horas en el caso de niños en edad escolar y adolescentes.
Por esta razón, se sugieren algunas recomendaciones para mejorar la higiene del sueño. Es fundamental mantener un horario regular, acostándose y levantándose a la misma hora todos los días. También es importante crear un ambiente propicio para el descanso, asegurándose de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura adecuada. Se aconseja limitar el uso de pantallas, evitando dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir. La práctica de técnicas de relajación, como la meditación, la lectura o ejercicios de respiración, puede ayudar a calmar la mente antes de acostarse. Finalmente, se recomienda cuidar la alimentación, evitando comidas pesadas, cafeína y alcohol en las horas previas al sueño.
La higiene del sueño se presenta como una medida complementaria para mejorar la calidad del descanso. Es importante recordar que ante cualquier duda o problema persistente relacionado con el sueño, se recomienda consultar con un médico, quien podrá brindar orientación sobre cómo mejorar el descanso y prevenir posibles trastornos del sueño.