- La campaña de Coca-Cola y McCann en Chile celebra la identidad local y los vínculos afectivos.
- Esta iniciativa destaca la conexión de la marca con la cultura, los gestos cotidianos de los chilenos y su impacto positivo a través de la producción local y el apoyo a la comunidad.
Coca-Cola Chile, en colaboración con McCann Chile, presentó una campaña que busca conectar con la cultura chilena. La iniciativa, llamada “Nos une el país que queremos“, se basa en la idea de que la identidad del país se encuentra en los pequeños gestos y en las relaciones cotidianas.
Los creadores de la campaña se enfocaron en mostrar cómo los chilenos se tratan con afecto, utilizando términos como “tío”, “tía” o “hermano” incluso con personas que no conocen, lo que refleja un vínculo familiar que une a la comunidad.
La estrategia creativa detrás de la campaña
El equipo creativo de McCann Worldgroup Chile buscó construir un mensaje genuino y cercano. Para ello, se basaron en los vínculos que definen a la sociedad chilena, como la confianza espontánea y el cariño sincero. El objetivo fue mostrar cómo Coca-Cola ha sido parte de la vida de los chilenos de manera natural, convirtiéndose en un elemento familiar en sus mesas. Esta estrategia se desarrolló con un enfoque de “Cultural Truth“, que reconoce que la relevancia de una marca se mide por su capacidad de identificarse con las personas.
Impacto y responsabilidad en la comunidad
Con más de 80 años de historia en Chile, Coca-Cola aprovechó esta campaña para destacar su impacto social y económico. La empresa menciona que su producción se realiza de manera local en 13 plantas embotelladoras. Además, se destaca la creación de empleo en diversas regiones, su contribución al 1.2% del PIB nacional y su apoyo a los equipos Team Chile y Team ParaChile. De este modo, la marca refuerza su compromiso con el país, mostrando que su fórmula no solo incluye sus productos, sino también el esfuerzo por construir una comunidad más fuerte.